La dichosa página en blanco… ¿y de qué diablos hablo yo ahora?
Estoy como cuando era pequeño, y los domingos de ramos mis padres me daban 1000
pesetas para que saliera por ahí y echara la tarde, y la verdad es que si que
la echaba, en “Las Vegas”, famoso salón recreativo del centro de Sevilla, antro
de vicio al que me llevó mi padre cuando apenas tenía, vamos a ver ¿dos añitos?
Y subido en una banqueta aporreaba los mandos de tal o cual ingenio
electromecánico, si, habéis leído bien, no he dicho electrónico, ya podéis
llamarme viejuno. Siempre sospeché que él se divertía más que yo con el
invento, y los años me han dado la razón cuando ahora me dice “niño porme er
comecoco!”.
Pues eso, 1000 pesetas eran cuarenta partidas, para un
proyecto de contribuyente que se pasaba los días mirando cómo otros jugaban y
si pillaba cinco duros prefería invertirlos en un paquete de pipas saladas, un
flash de cola y dos moras de las negras eso era tela, cuarenta partidas, ¿¿ tú
sabes lo que es eso??
Recuerdo cómo me quedaba allí, sin saber por qué máquina
empezar, a qué jugar, en blanco, como estoy ahora mismo, sin saber que
contaros, así que será mejor que dejemos la retro-introducción para otro día y
entremos en materia con el juego de hoy.
No hay nada mejor para despertar la imaginación en estos
meses estivales que una buena Space Opera, y da la casualidad que al sindicato
de malos espaciales le ha dado por invadir la galaxia (otra vez). Menos mal que
los héroes no se van de vacaciones, el valiente cazarrecompensas Xain (Joselito
en andromedés) está dispuesto a darle estopa a esa panda de vagos y maleantes,
y todo por un crédito estelar (el equivalente a 25 de las antiguas pesetas)
Xain´d Sleena estaba dividido en dos grandes bloques: fases
de tierra, un run and gun al uso y fases
espaciales que no eran más que un shoot´em up de scroll horizontal bastante
simple.
Sin embargo era un juego que te entraba por los ojos, los títulos de
crédito ya nos mostraban a un soldado futurista impecablemente diseñado y la
demo nos hacía babear como caracoles en celo. Si teníamos la inmensa suerte de
echar una partida nos encontrábamos, desde el principio, con uno de sus puntos
fuertes: su desarrollo no lineal. Se nos mostraba un pequeño mapa con cinco planetas, pudiendo nosotros elegir el
orden en el que visitarlos.
Una vez hecho esto veíamos cómo nuestra nave (digna de
cualquier serie de animación de la época) se acercaba al planeta elegido
(distinguible por su color y tamaño) y una vez entrada en órbita a nuestro
protagonista saltar desde la cabina, una pasada.
Cada nivel era totalmente distinto al anterior, cada planeta
contaba con sus enemigos propios y
características únicas así podíamos combatir en un satélite orbitando
alrededor de un gigante de gas, uno selvático plagado de insectos gigantes y
dinosaurios, otro volcánico, otro acuático y lleno de vida o bien otro
desértico, cuna de una antigua y hostil civilización. Entre fase y fase
viajábamos en nuestra flamante nave combatiendo los enemigos que intentaban
abatirnos. Una vez completados todos niveles accedíamos a un séptimo planeta
artificial modelo “estrella divina de la muerte”.
Los controles incluían un par de movimientos originales,
como el doble salto (posteriormente lo veríamos en juegos como ghoul´s and
ghosts, y las posiciones de agachado o tumbado, según moviésemos el joystick
una o dos veces, lo que nos permitía, a cambio de permanecer inmóvil, el
esquivar los disparos enemigos. Xain disponía de un variado arsenal entre los
que se incluían granadas, disparos bidireccionales, triples y concentrados.
El único aspecto negativo es el modo “bullet-time” que sufre
cuando hay demasiados sprites en pantalla, pero claro, debido a la variedad de
enemigos lo colorido de algunos escenarios y lo más importante, que estamos en
el año 1986 es comprensible y perdonable, eso no quita que en ocasiones te
entrasen ganas de escuchar la banda sonora de "carros de fuego"
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Curiosidades
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El juego se tituló “Solar Warrior” en Estados
Unidos y “Soldier of light” en el Reino Unido, siendo éste título el elegido
para las conversiones a las distintas plataformas de 8 bits
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En las versiones US/UK no se podía elegir
planeta, las fases se sucedían por orden de dificultad.
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En la versión US “Solar Warrior” los planetas
fueron rebautizados, (Clemalt Soa = Saturno, Cleedos Soa = Júpiter, Lagto Soa=
Venus, Kworal Soa = Neptuno y Guwl Soa = Marte)
Llevo años buscando este juego, que recuerdos tan buenos me trae, un millón de gracias por tan excelente aportación, no se por qué yo lo recordaba como el juego de los nueve planetas pero veo que son cinco.El remake del juego es impecable, gracias de nuevo!!
ResponderEliminarGracias a ti por pararte a leer y comentar este blog.
EliminarUn abrazo amigo.
Ese juego lo redescubrí de nuevo gracias al Mame, aunque tras volverme aficionado a la astronomía recuerdo cómo cada vez que veía Saturno me venía a la cabeza la musiquilla de ese nivel ("Cleemalt Soa"). -muy pegadiza, desde luego-.
ResponderEliminarMuy buen artículo.
Muchas gracias, que sería de nosotros sin el Mame!!
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