“Al Javi le han comprado un ordenador! Anda niño y ve a que te
lo enseñe” Y así empezó todo, ahí estaba mi buen amigo Javi, con su cacharro
nuevo, un “astram”, que junto con el video beta hacían de su casa una especie
de cueva de las maravillas.
En el monitor una explosión de color, donde una especie de
Rambo con lorza se liaba a tiros a diestro y siniestro contra todo lo que se
moviera, en ese preciso momento me di cuenta que la era del click ya había
pasado.
Ikari Warriors bebía de dos fuentes, las películas de Rambo, de la que no sólo copió la estética de los personajes, sino incluso hasta el título en japonés (no, no lo voy a escribir, el que quiera que lo busque), y del clasicazo arcade de Capcom “Commando”, aparecido tan sólo un año antes, del que calca la estructura de juego.
En Ikari warriors encarnábamos a Ralf o a Clark, también
conocidos como player 1 y player 2 en una peligrosa misión de rescat… cargarse
a todo bicho viviente, valiéndonos para ello de nuestro fusil, un puñado de
granadas y algún que otro tanque que esporádicamente nos íbamos encontrando por
el camino.
Falete contra los ninja |
A pesar de todo, Ikari warriors también tenía algo que
aportar. Lo primero que llamaba la atención era la posibilidad de juego
cooperativo, a saber ni commando lo permitía ni Rambo tenía ningún primo. Lo
segundo era disponer de munición limitada, algo que nuestras barras espaciadoras
nos agradecerán siempre. También podíamos “fijar” la cintura de nuestro
soldado, y así disparar en una sola dirección mientras avanzábamos, curioso, a
la vez que inutil. Y por último la posibilidad de utilizar tanques enemigos que
nos otorgaban un gran poder ofensivo y aguantaban un impacto, tras lo cual
reventaban y teniendo cuidado de no agotar el combustible, tras lo
cual…reventaban.
Curiosidades
-
Ralf y Clark se convertirán en habituales de la
saga King of Fighters
-
La canción de la versión arcade es la misma
utilizada en el juego Side Arms (2ª fase)
-
Tuvo dos secuelas: Victory road e Ikari III: the
rescue
Hakujya
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