11.2.17

OH MUMMY


     Los microordenadores, como todo el mundo sabe, eran "para estudiar", por eso cuando nos lo comprábamos casi todos incluían un fantástico paquete con toda clase de programas, vamos a llamarlos "educativos" con el que los niños de mediados de los ochenta aprendíamos y aprendíamos sin parar.

     Recuerdo con especial cariño mi primer microordenador y su "pack Amsoft" marca que no sé porqué razón siempre me daba la sensación de juego malo cuando precisamente eran todo lo contrario, productos creados casi en exclusiva para la máquina que estábamos usando, pero claro, es como venderle a un chico de hoy en día algo que no contenga un pokemón, un digimón, o un ratón mickey disfrazado de princesa guerrera con sable laser elaborado con materiales sostenibles.

      A lo que íbamos, me gustaban prácticamente todos, exceptuando claro está aquellos cuyo valor educativo o práctico era dudoso, como el "procesador de texto, animal, mineral, vegetal" y rarezas de esas, total, yo ya sabía escribir y distinguía perfenctamente un tigre de una lechuga. Así que decidí interesarme por esa joya de la arqueología llamada oh mummy.



    Oh mummy nos introducía en el misterioso mundo del antiguo Egipto, nos internábamos dentro de una pirámide y mientras esquivábamos a unas peligrosas momias buscábamos los tesoros ocultos y la llave que nos permitiera avanzar hasta el siguiente nivel. Una vez completados recibíamos una felicitación del museo y se nos animaba a continuar con nuestras investigaciones. A saber cuantos arqueólogos no habrán encontrado ahí su vocación, entre iconos de colores y una melodía mas que adecuada.

     Las malas lenguas dirán que no se trata más que un simple remedo del pacman a la inversa, en el que en lugar de ir comiendo puntos íbamos dejando huellas hasta completar toda la pantalla. Bueno, una cosa si es cierta, el juego dejó huella, era una de los más adictivos del paquete y su sencillez y jugabilidad eran tremendas. Sin embargo existen claras diferencias con el clásico de Namco. En Pacman debíamos devorar todos los puntos de la pantalla para pasar a la siguiente, mientras que en el título de Amsoft no era obligatorio el recorrer todos los pasillos, bastaba con encontrar la llave y alcanzar una de las salidas, todo lo demás, tesoros, momias adicionales, era opcional.

     El juego generaba bastante tensión, pues las momias iban aumentando en velocidad y número conforme avanzábamos de nivel y no contábamos con ninguna defensa contra ellas, a excepción de un papiro que se ocultaba en la pantalla y permitía eliminar a uno de nuestros oponente y solo servía en esa pantalla, por lo que si superábamos deberíamos encontrarlo de nuevo.

   Oh mummy ha resistido el paso del tiempo estupendamente e iguala y supera muchos de los títulos actuales para otros dispositivos más modernos, puedes probar a jugar con tu hijo pequeño y lo disfrutará tanto como lo hicimos nosotros en su día. Ya se sabe, nunca es tarde...


 CURIOSIDADES

- El juego se editó en el año 1984
- La canción que suena durante el juego es conocida como "The streets of Cairo or the poor little country maid" o "the snake charmer song", puedes oirla AQUÍ
- Se realizaron versiones para Amstrad, ZX Spectrum y MSX
- En el 2012 el equipo español "1985" alternativo programó una nueva versión para MEGADRIVE.
- Puedes descargar la versión para Amstrad AQUÍ